Hoy día vemos que los niños no juegan apenas, están absortos con sus juegos de internet; de ahí, que a mi parecer, la variedad de muñecas sea menor y de mecanismos más simples.
Los tiempos cambian y los gustos también. Hace poco, nuestra querida Ana Isabel, me comentaba que su adorado Patoso de Vicma, era el horror de su sobrina, ja, ja... Yo nunca he encontrado feo a Patoso, es verdad que su gran frente es complicada de peinar, pero yo estaba deseando tener uno.
En la novedad del día, os voy a presentar, a quien calificaría como su hermano pequeño, Pícolo. Este muñequito lo encuentro muy dulce, funciona exactamente como Patoso, pero su carita es igual o prácticamente igual a la de Takarín.
No puedo entender como hay personas que le Dan miedo las muñecas y a mi me ha ido a tocar con mi sobrina pequeña. Y encima con este tipo de muñecos tan dulces que tienen cara de bebé muy tiernos.
ResponderEliminarHola, Ana Isabel, los gustos varían, e igual que a mucha gente le da miedo las muñecas antiguas de porcelana, a la juventud de ahora les da con los de goma. Ja, ja, nos vamos haciendo mayores!!!! Eso sí, hemos disfrutado de los 70, para mí la mejor época de juguetes. Besitos.
Eliminar¡Hola Salyperla! A mí Patoso me parece muy cuco con su carita tan mona y la postura de gateo, por lo que Pícolo me ha gustado también. La verdad es que el mecanismo es muy ingenioso y debe ser estupendo verlos en funcionamiento. ¡Besos!
ResponderEliminarHola Marina, sí es muy bonito verlos hacer esas cositas tan típicas de un bebé, a mí me hace ilusión tener tanto uno como otro. Besitos.
EliminarPor favor qué monada.... Es una preciosidad éste pequeño, tiene una carita super dulce. Me encanta Mari Carmen. Yo tengo a Patoso que también es precioso y su carita también es un dulce y con esos ojazos. No sé cómo puede no gustar a las niñas. Enfin, eran otros tiempos.... Que yo no cambiaría por nada. Las muñecas de ahora sí que asustan, algunas parecen diabólicas...Ya me quedo esperando tu nueva entrada. Un beso!!!
ResponderEliminarHola Isabel, yo tampoco cambiaría la época que viví en todos los aspectos en general. Me alegro de que te haya gustado este pequeñín tan gracioso y dulce. Besitos.
EliminarHola. Me parece genial tu idea de publicar sobre los muñecos de una época que como dicen las compañeras no cambiaría nunca. Mi hija le tiene pavor a mi colección de muñecas vintage y aunque nunca ha sido de muñecas, es verdad que las muñecas de ahora cada vez son más extrañas. Un saludo!!
ResponderEliminarHola Merche, bienvenida al blog, espero que te guste y te sirva de ayuda. También me encanta que participes y aportes tus experiencias. Besitos.
EliminarHola Saly. Si a los niños de hoy le dan miedo las muñecas de antes, a mi las de ahora me parecen horrorosas. Los fabricantes los estan acostumbrando a un físico irreal. Las caras parecen más bien obras picasianas. No me gustan nada!. Dicho esto, cuando descubrí por primera vez a Patoso, me pareció de lo más dulce, así que Picolo que se le parece me parece de lo más adorable. Así que las muñecas de antes siempre. Abrazos.
ResponderEliminarHola Antonio, a mí también me gustan más mucho más las muñecas de antes, salvo alguna excepción de las de ahora. Supongo que a cada uno le gusta todo lo relacionado con lo que vivió. Besitos.
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