Antes que nada, quiero daros las gracias a todos los que me seguís, bien por el blog o por facebook, me habéis sorprendido con vuestro cariño y bonitos comentarios, estoy deseando conoceros en persona cuando podáis visitar el museo, habrá mucho de qué hablar...
Os preguntaréis qué tal voy con el montaje del museo, sólo os diré, que es más fácil deciros lo que no me duele del cuerpo, que lo que me duele ¡Estoy reventada!!! Ja, ja, ja...
El trabajo es de los más gratificante, ver a mis muñequitas expuestas en bonitas vitrinas, intercalándose con muchos juguetes de nuestra niñez. ¿Qué coleccionista no ha soñado con eso alguna vez? Por esa parte, estoy como en una nube, pero el trabajo es agotador, porque físicamente no paras de subir y bajar de la escalera colocando cosas en el museo, en casa continúas haciendo cajas para llevártelas; e intelectualmente, tu cabeza no para de pensar cómo mostraros tanta muñeca y que sea agradable a la vista. Espero que lo esté haciendo bien y os guste cuando lo veáis.
Y ahora, vamos al lío. ¿Cómo una casita de pueblo se puede convertir en una casita de cuento, tipo Hansel y Gretel?

En la vida hay que tener suerte, conocer a la persona indicada en el momento oportuno, y eso fue lo que me pasó con la alcaldesa de Guadamur (Toledo), doña Sagrario Gutierrez Fernández.
Sagrario es una mujer simpática, llana, luchadora y sumamente trabajadora. ¡Nunca para!!!! Ha hecho de Guadamur, un pueblo limpio y cuidado, muy agradable de visitar, y preparado para recibir a todo tipo de turista; de hecho, cuentan con una oficina de información turística que abre los siete días de la semana por las mañanas.
La verdad es, que nunca me imaginé, que una sencilla casita se fuera a convertir en una preciosa casa de cuento. ¡En la actualidad es una verdadera belleza! Ya sólo por verla por fuera, merece la pena visitar el pueblo, no es una fachada de casa muy habitual.
En mis primeras tomas de contacto con Sagrario, pensé que simplemente se prepararía el interior para la exposición de muñecas, pero ella tenía una idea clara, quería para Guadamur la casita más bonita de muñecas que una coleccionista podría desear y lo ha conseguido con creces.
Si bien, lo primero que se hizo, fue tapiar las máximas ventanas posibles para obtener el mayor espacio para las vitrinas, las primeras imágenes que me vienen a la mente, son del exterior. ¡Dios, qué sorpresa! ¡Era como vivir un precioso sueño!
A la izquierda la alcaldesa, Sagrario Gutierrez, a la derecha yo misma.
Quiero agradecer a todo el pueblo de Guadamur, y en especial, a Sagrario y todos los que han participado en este encantador proyecto, su cariño, su saber hacer, su ilusión para que el museo sea ya un hecho. Comentar que en todo momento han contado con mi opinión y que han creado el museo que yo siempre imaginé. Muchas gracias a todos.
Y ya es hora de que veamos las primeras imágenes del exterior... ¡Qué me enrollo!!!
Como habréis podido comprobar, la fachada exterior es de cuento, y con un remate final colosal, un maravilloso zócalo de mosaico, creado por los artesanos de Guadamur, Soto Neira. Desde aquí, mi más profundo agradecimiento a estos grandes artistas, que de forma desinteresada, han decorado el museo con bellas escenas que cuentan la historia del pueblo y hacen un guiño al nuevo museo de muñecas.
Mosaico en proceso de elaboración.
Son estampas del pueblo, tan sumamente difíciles de plasmar en forma de mosaico, por su detalle y precisión.
Y aunque, todavía queda algún mínimo detalle por terminar, os muestro la portada del museo al día de hoy. La casita de pueblo se ha convertido en una maravillosa casita de cuento. Espero que os guste tanto como a mí.
Museo "Las Muñecas de Salyperla". Guadamur. Toledo.
Publico jueves sí, jueves no.
¡Gracias por vuestros comentarios!